TEAM – 18 DE JULIO DE 2020
¿Cómo dar feedback? Cinco consejos para mejorar la comunicación entre equipos
Las revisiones son una parte indispensable del flujo de trabajo de cualquier proyecto. ¡Y no solo son de esperarse sino que deberían ser bienvenidas porque tienen el potencial de enriquecer mucho el proyecto!
Pero ¿qué sucede si llegan una tras otra, sin un criterio fijo, en cualquier momento del proceso y sin un orden específico? Se debe establecer, antes que nada, una serie de buenas prácticas para evitar que esto suceda.
1 – Es fundamental que todos los involucrados en el proyecto comprendan el workflow y se sientan cómodos con él. La familiaridad trae consigo la capacidad de reconocer todas las etapas del proyecto, en qué parte del proceso estamos y qué tipo de revisiones corresponden en cada momento.
Respetar cada fase evita, por una parte, avanzar a la siguiente si aún quedan dudas y por otra, y en consecuencia, el tener que deshacer el trabajo que ya se hizo y poner en riesgo tanto el presupuesto del proyecto como las fechas de entrega establecidas.
2 – Es conveniente explorar juntos cómo deben ser expresados los comentarios, ahora que todas las partes están de acuerdo con el workflow y cada miembro del equipo tiene una idea clara del objetivo de cada revisión en su etapa correspondiente.
La meta es minimizar las revisiones vagas, subjetivas o abstractas. Las observaciones del estilo “no me cierra” o “no me gusta” suelen estar basadas en impresiones personales que pueden resultar difíciles de interpretar y que, de avanzar sobre ellas, resultará perjudicial para el proyecto al utilizar de manera innecesaria nuestro tiempo y recursos.
3 – Si algún comentario subjetivo se hace inevitable una buena manera de mostrar nuestro punto de vista, en algunos casos, es ofrecer una referencia de soporte. Puede ser una imagen o un video que les facilite a los involucrados en esta etapa entender la necesidad detrás de esta revisión.
¡Evitar malentendidos es fundamental para todos! y aunque es muy importante poder charlar para resolver las confusiones que puedan generarse ante una revisión subjetiva, es preferible y resulta más eficiente que los cambios que se pidan hagan referencia a algo concreto, por ejemplo, a un plano o una toma, en lugar de a una emoción o sensación.
4 – Resulta muy beneficioso siempre explicar el porqué de cada revisión o preguntar por aquello que genera dudas antes de ofrecer soluciones puntuales. Para los involucrados en el proyecto, lo importante no siempre es el qué, sino el porqué: por qué esa revisión en particular, qué se está tratando de alcanzar y cuáles son las necesidades de comunicación detrás de cada sugerencia. Esto evitará que un cambio impacte en otras partes del proyecto y anticipará futuras revisiones que puedan tener un fundamento similar.
5 – Es necesario que las revisiones sean unificadas y se envíen en lotes, nunca por partes y siempre en las etapas pertinentes. Si hay varias personas en distintas áreas involucradas en el proceso de validación, ¡la organización es esencial!
El tener un mapa de validación establecido, donde quede claro en qué momento de nuestro workflow entran las revisiones, evitará, por ejemplo, ¡hacer cambios en el storyboard cuando ya se están enviando versiones de la animación! Es muchísimo más ágil y eficiente para todos hacer los cambios en el momento correcto.
6 – Es muy valioso recordar que todas las personas involucradas contribuyen al éxito del proyecto. ¡Todos queremos que salga bien! Por lo que es prioritario tener un canal de comunicación abierto, sincero y de doble vía.
Para resumir, sabiendo que cada proyecto es diferente, tanto por sus necesidades y sus recursos, como por las personas que participan en él, es indispensable que todos estemos en la misma página. Saber cómo dar feedback es el primer paso para garantizar que la comunicación entre los equipos sea fluída y, por lo tanto, ¡que el proyecto sea exitoso!
¡¿Cómo?! ¿Todavía no tenés en claro tu workflow? ¡Habla con uno de nuestros expertos!
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