Objetivo.
Este gran proyecto requirió de dos días de rodaje intensos, en los que participó todo el equipo en diversos roles. ¡Fue muy divertido!
Tuvimos que ser súper ágiles, versátiles y organizados para lograr hazañas como ¡armar un ring de boxeo real en el set de filmación!
Tuvimos reuniones previas con Amnistía Internacional en Argentina para estudiar los guiones propuestos y terminar de definirlos en equipo. Entre todos, buscamos lograr la mayor eficiencia y agilidad en todas las etapas del trabajo, ¡y lo logramos!
En el proceso de preproducción elegimos el set de filmación, el vestuario y los elementos que íbamos a utilizar para la escenografía. También hicimos un casting: ¡y el equipo de hecatombe fue elegido! Caracterizamos con maquillaje a uno de los actores para que pareciera más viejo y así poder interpretar a un anciano.
Como solo teníamos dos días para el rodaje, tuvimos que ser muy organizados y optimizar el tiempo: ¡teníamos que tener todo listo antes de filmar! Para ser más eficientes armamos un plan de rodaje y asignamos los roles del equipo para que cada persona estuviera encargada de una tarea.
Como los cuatro spots debían funcionar como serie, pensamos la puesta en escena de modo tal que todos los videos pudieran ser identificados como parte del mismo universo. ¡El desafío era encontrar los puntos en común!
También los unimos conceptual y estéticamente en la posproducción por medio de piezas gráficas y animaciones y los adaptamos a los formatos de Youtube e Instagram.
También los subtitulamos para que el entendimiento fuera mejor al verlo desde los celulares.
En conclusión: la experiencia fue muy buena y enriquecedora, pero ¡el resultado fue aún mejor!
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