HR – 27 DE JUNIO DE 2020
La vieja regla dice que todo depende de tu público objetivo: si tu cliente principal es masculino, deberías buscar una voz masculina, y que una voz de mujer es mejor si tu público principal es femenino.
Igualmente, a estas alturas del siglo XXI, podríamos decir que no hay tal regla. Más allá de que una voz se perciba como más “femenina” o más “masculina”, lo más importante es que la intención de su tono encaje con las emociones que se quieran transmitir.
El acento debería coincidir con el país de origen de la marca u organización. Pero puede haber juego en esta decisión también y, por supuesto, no es una regla inquebrantable.
Por ejemplo, queremos vender una bebida alcohólica hecha en Argentina. En lugar de elegir a alguien que hable castellano neutro, podemos elegir a un cordobés para hacer un vínculo con el cuarteto y la noche o a un porteño para hacer el nexo con la gran ciudad.
Lo mismo sucedería en cualquier otro país.
Las opciones son infinitas y también deberían estar ancladas al guión y los localismos (o falta de localismos) que haya en él.
El tono dependerá de qué tan serio es el mensaje a comunicar. Si estamos produciendo un video de una marca relajada que apunta a consumidor final, nos podemos tomar más libertades que cuando hacemos un video de recursos humanos en un ámbito empresarial muy formal.
Por otro lado, la velocidad de la locución va a definirse en función de la cantidad de información que ya traiga el video. Lo primordial es que el mensaje se entienda de manera correcta: entre más rápida la locución, más confuso se vuelve el mensaje (sobretodo si estamos tratando de comunicar información técnica).
Ante la duda, es interesante saber que el estándar aceptado por la industria es de 150 palabras por minuto de video. Basta con hacer una prueba casera y ver si ese ritmo es el correcto para que se entienda perfectamente nuestra pieza.
La fama de quien hace la locución es también un factor relevante: si se trata de alguien reconocido ampliamente, tenemos que considerar que su imagen va a asimilarse con la de la marca por lo que cabe contemplar que sea un match perfecto.
Incluso debemos pensar a largo plazo. Si conseguimos la voz perfecta, pero solo la podamos contratar por única vez, ¿nos conviene? Si pensamos llevar adelante una serie de videos o nos interesa generar un fuerte reconocimiento de marca, será preferible elegir otra voz que pueda acompañarnos por más tiempo. ¿Alguna vez sintieron la desilusión total de que su personaje preferido de una serie cambiara de doblajista? ¡Exacto!
Más allá del género, la edad o la región, lo más importante al elegir una locución es que el feeling y la intención de la voz concuerden con los objetivos de comunicación de nuestras piezas.
¿Todo listo para salir a navegar entre audios buscando a la pareja perfecta para tu video?
¡¿Cómo?! ¿Todavía no está listo el video? ¡Habla con uno de nuestros expertos!
Carmen A. Coto
Ailín Emilio
¿Tienes en mente algún proyecto que quieres convertir en un video? O quizás solo quieres decirnos hola. 🙂
Argentina: Corrientes 800, Buenos Aires Chile: Apoquindo 5950, Santiago
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